Actividades exigentes como el rafting, la cabalgata o el canopy se matizan con especiales momentos en casas de té galés. En esta región de la Comarca Andina se encuentra lo que se necesita para disfrutar de estos primeros días templados.
La Patagonia es una región con atractivos inagotables. En las cuatro estaciones se puede disfrutar de distintas actividades y la primavera es la que propone un estrecho encuentro con la naturaleza, con temperaturas más templadas que invitan a las caminatas y a disfrutar del verde de la montaña, coronada todavía por nieve, y de los vibrantes colores de las flores.
Desde Esquel, se puede conocer una de las zonas más hermosas de la Patagonia, con atractivos turísticos imperdibles como el Parque Nacional Los Alerces; un viaje en La Trochita, o Trevelin y su té galés.
Hasta mediados de octubre hay chances para esquiar y los primeros deshielos ofrecen la chance de practicar el divertido y atrapante rafting.
Con una estadía mínima de cinco días, Esquel ofrece un menú para visitantes de todas las edades. Florencia Aversa, secretaria de Turismo, destaca: "Desde la ciudad pueden hacerse recorridos de menos de una hora, estar un día en medio de la estepa y al siguiente en la selva o el bosque, con lagos y montañas con sus cumbres nevadas".
Comienzo del recorrido. Como en todo viaje, las prioridades se van acomodando según el estado del tiempo. Pero, aún con lluvia, es posible conocer el Parque Nacional Los Alerces e internarse en sus senderos para descubrir los increíbles árboles milenarios. El alerce es una especie nativa, que crece sólo en Argentina y Chile, y algunos ejemplares del Parque tienen miles de años. El recorrido por los senderos presenta paisajes de enorme atractivo. con vistas de los lagos Menéndez y Futalaufquen. Casi llegando al límite norte, se encuentra el Alerzal Milenario. Tras la selva valdiviana se erige el que recibe el nombre de Lahuán o "Abuelo", con 60 metros de altura y 2,20 metros de ancho en su tronco, este árbol vive desde hace 2.600 años.
Al parque se llega desde Esquel por la ruta nacional 259, que empalma con la ruta provincial 71, que lo atraviesa por el este. El ingreso por la portada central está a 45 km de la ciudad y quienes no disponen de movilidad pueden llegar en excursión (100 pesos aproximadamente). En sus 260.000 hectáreas, tiene una intendencia, 13 seccionales y una pequeña población que habita la Villa Futalaufquen, donde se encuentra la Intendencia, el centro de informes y un museo. Una buena alternativa es conocerlo internándose en las sendas de trekking. Son más de 20, con dificultades baja, media y alta. Las más complejas se realizan en dos o tres días y la única que permite acampar es la que pasa por el lago Krugger.
Otra opción es tomar una excursión lacustre (desde 110 a 150 pesos), algunas de la cuales parten de Puerto Limonao y otras desde Puerto Chucao, con llegada al glaciar Torrecillas.
Un viaje mágico.
Otro de los imperdibles de Esquel, es el paseo en el Viejo Expreso Patagónico de trocha angosta, conocido como "la Trochita" que sale todos los sábados a las 10 y desde noviembre se agrega una frecuencia los miércoles, desde la nueva estación de Esquel. Es una formación tirada por locomotoras fabricadas a fines del siglo 19, que comenzó a circular en 1945 como tren de pasajeros y mercancías entre Esquel y la localidad de Ingeniero Jacobacci. Pero, a partir de los ‘90 realiza paseos turísticos con guías especializados hasta la estación Nahuel Pan, a 18 km. de distancia. El pasaje cuesta 50 pesos para los mayores y 20 para los menores y el viaje completo dura dos horas y media.
La magia de los vagones antiguos, de madera, se intensifica en medio de esos paisajes que combinan estepa con cordillera, hasta arribar al cordón montañoso de 750 metros de altura llamado Nahuel Pan, que en mapuche significa descendiente de puma. En cada extremo del tren se ubica un vagón comedor donde se sirven bebidas, infusiones y chocolate caliente que se pueden acompañar por especialidades patagónicas de repostería casera, elaborada con cerezas, casis, grosellas y otros frutos característicos.
Al arribar a Nahuel Pan se puede visitar el museo de Culturas Originarias, que describe la historia de la comunidad mapuche tehuelche que reside en la zona. Los guías pertenecen a esa comunidad y mientras describen los objetos expuestos, suelen relatarles algunas de sus vivencias a los visitantes. Junto al museo se encuentra la Casa de las Artesanas, donde se exhiben y venden los clásicos tejidos hechos en telares verticales y otros artículos mapuches.
Dentro de la Comarca, a 25 km de distancia, se encuentra la colonia galesa Trevelin. Su nombre significa "pueblo del molino", ya que una de las primeras actividades de estos inmigrantes fue la molienda de trigo. Es un lugar ideal para descansar de las excursiones más exigentes.
Se llega por la ruta nacional 259 y los dos centros de interés para los visitantes son el museo y las casas de té. El llamado té galés es una invención patagónica y la famosa torta negra nació casi por azar, cuando un grupo de las primeras colonas la preparó con algunos ingredientes que habían reunido. Como ninguna había llevado huevos, el resultado fue un producto que se conserva bien por años.
En la década de 1960 se popularizaron estas casas de té en las que además de la torta negra se sirven otras delicias de la repostería galesa como la torta de crema y los escones salados y también preparaciones típicas del sur como la tarta de moras. El costo de la merienda completa ronda los 40 pesos.
Fuente: La Voz Turismo
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=562024