Donde el río Correntoso desemboca en el lago Nahuel Huapi, existe desde el año 1917 una hostería que encierra historias, que contribuyeron al desarrollo turístico de Villa La Angostura.
En los tiempos en los que europeos llegaban a la patagonia, en el año 10903, el italiano Primo Capraro llegó a conocer este rincón patagónico donde el pequeño río Correntoso que apenas mide 132 metros, y se une lago Nahuel Huapi.
Recién en el año 1917 comenzó a funcionar la hostería a la que conocían como la Pensión de Doña Rosa. El lugar contaba con tres cuartos, un baño y un servicio simple, que era utilizado generalmente por turistas que viajaban rumbo a Chile cruzando por el Paso Cardenal Samoré.
En la década del ´20 se hizo la primera ampliación y surgió oficialmente el hotel Correntoso, levantado en madera de ciprés con capacidad para 30 personas.
Ya en el año 1927 el hotel contaba con un piano, que era una excentricidad para la época. Entre las anécdotas del hotel, se recuerda el día en que trajeron el piano desde la ciudad de Bariloche por vía lacustre, cuando el piano se cayó al agua. Tuvieron que sacar el piano del lago y se buscó un afinador que lo pusiera a punto. Recién al mes, el piano estaba en condiciones en el living del hotel.
En el año 1936 la madera del edificio se reemplazó por ladrillos, y se instaló una usina eléctrica exclusiva que funcionaba con energía hidráulica.
En el año 1947 la gran novedad fue un hidroavión que funcionaba como taxi aéreo, trayendo pasajeros desde Bariloche.
El hotel Correntoso y el mítico Llao Llao eran los hoteles patagónicos que atraían a familias de clases altas porteñas.
En la década del ’60, Sandro filmpo allí la película Siempre te amaré. Y el hotel también fué visitado por estrellas como Isabel Sarli, que se la recuerda porque tomaba sol junto al lago a su manera, distrayendo a los empleados.
El histórico hotel Correntoso hoy es uno de los mejores de Villa La Angostura, manteniendo su arquitectura original y el encanto virginal de sus alrededores.
El hotel fue en gran medida el motor del crecimiento de la ciudad.