Justo frente a Puerto Deseado, en el fondo de la ría, hay una corbeta hundida del siglo XVIII. La corbeta Swift es una pequeña nave de guerra británica que en el siglo XVIII naufragó azotada por los fuertes vientos y desde entonces reposa bajo el agua a cien metros de la costa.
El hecho ocurrió el 17 de marzo de 1770 cuando el capitán de la embarcación, George Farmer, decidió acercarse a explorar la costa. Sin embargo, desde el Sur soplaba un viento fortísimo que lo obligó a refugiarse en la ría y una roca se le cruzó en el camino. El capitán se las ingenió para anclar, pero cuando bajó la marea el barco quedó atascado en la restinga y se hundió en pocos minutos. Sólo tres personas se ahogaron y los 88 tripulantes restantes fueron rescatados.
Por tratarse de un hundimiento rápido, el interior se conservó como en una cápsula del tiempo y gran parte de los restos de la nave quedaron atrapados sin sufrir demasiado deterioro. Por esa razón, un equipo de arqueólogos subacuáticos del Conicet logró rescatar incontables piezas y con el resultado se armó el interesantísimo Museo Mario Brozoski.
Fuente: Página 12 Turismo