Puerto Deseado es el destino patagónico diferente que atrae a curiosos que quiere conocer más sobre la visita de Charles Darwin en el año 1833, con una curiosa ría, donde abundante fauna marina y una interesante historia de pioneros
Cuando Charles Darwin llegó Puerto Deseado, en Santa Cruz, se sorprendió al encontrarse con un gran territorio todavía virgen, y en su diario de viaje escribió: "No creo haber visto jamás un lugar más alejado del resto del mundo que esta grieta de rocas en medio de la inmensa llanura".
La sensación de Darwin es similar a la que tiene cualquier turista que llega hoy a este pueblo tan alejado del mundo, pero con tantas bellezas por conocerse.
Si bien es un destino alejado, Puerto Deseado y la costa atlántica santacruceña, tiene sus visitantes frecuentes que año tras año llegan a estas costas, son los pingüinos Magallanes, los lobos marinos y las toninas overas, entre otras especies.
Entre los paseos obligados se encuentran los miradores de Darwin, son parte de los lugares donde escribió su observación y con buena vista de Cerro del Paso, o Cerro Pancho, o la ría que tanto identifica a Puerto Deseado.
Uno de los principales atractivos es la ría, que es un cauce de río seco invadido por el agua del mar, con 42 kilómetros de extensión. Una de las actividades obligadas es la navegación de la ría, tanto en barcos o en kayak.
Desde los miradores de Darwin se puede ver la profundidad que dejó el Río Deseado.
Es una excursión que puede durar siete horas de navegación, o bien cuatro horas yendo por via terrestre.